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Enviar por emailMarruecos inauguró la pasada semana la primera línea de alta velocidad del país, también primera de África, que conecta Tánger y Casablanca en algo más de 120 minutos, frente a las cinco horas que se tardaba en realizar el trayecto. La inversión total necesaria para culminar el proyecto está en torno a los 2.000 millones de euros.
(19/11/2018)
La nueva línea será explotada por los Ferrocarriles Marroquíess, ONCF, con una flota de doce composiciones Alstom Euroduplex de dos pisos con capacidad para 533 pasajeros. Los trenes de ocho coches cuentan con dos vehículos de primera clase, cinco de segunda y un coche bar-restaurante.
La flota está equipada para operar tanto con la electrificación de 25 kV utilizada en la línea de alta velocidad como con el sistema convencional de 3 kV de la línea existente entre Rabat y Casablanca. El mantenimiento se realizará en el depósito de Tánger gestionado por una empresa conjunta ONCF. SNCF, a la que se ha adjudicado un contrato de quince años por valor de 175 millones de euros.
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Velocidad
Tras las pruebas llevadas a cabo desde febrero de 2017, y después de que en mayo de 2018 se estableciera un récord de velocidad ferroviaria en África con 357 km/h, la nueva línea está preparada para operar a velocidades de hasta 320 km/h.
Concretamente, se circulará a esa velocidad en el tramo Tánger-Kenitra, al norte de Rabat, y 160 km/h en el tramo de la red convencional adaptado hasta Rabat. Así, el tiempo de viaje entre de Tánge y Kenitra pasa de tres horas y quince minutos a cincuenta minutos y entre Tánger y Casablanca, de cuatro horas y 45 minutos a dos horas y diez minutos. 
Inversión
El coste total del proyecto se estima en torno a los 2.000 millones de euros, quinientos de ellos con cargo al presupuesto estatal marroquí y al Fondo Hassan II para el Desarrollo Económico y Social. El el gobierno francés ha aportado 625 en forma de préstamo en condiciones favorables y una subvención de 75 millones de euros, y la Agencia de Desarrollo de Francia, otros 220 millones de euros.
Además, se ha obtenido financiación de países árabes, incluido el Fondo de Arabia Saudita para el Desarrollo con 144 millones de euros, el Fondo de Abu Dhabi para el Desarrollo, con 70 millones y el Fondo de Kuwait para el Desarrollo Económico Árabe, que habría realizado una aportación de 100 millones de euros.
Además de la nueva línea, el programa marroquí de alta velocidad incluye la reconstrucción de la línea convencional entre Kenitra y Rabat y estaciones nuevas o reconstruidas en Tánger, Kenitra, Rabat Agdal y Casablanca Voyageurs. Como obras especialmente relevantes, cabe destacar el viaducto El Hachef de 3,5 kilómetros y el viaducto Mharhar de setecientos metros.
ONCF espera que la introducción de servicios de alta velocidad aumente el número de pasajeros en el corredor Tánger-Rabat - Casablanca de tres a seis millones al año, a la vez que proporcionará capacidad adicional para el tráfico de carga en la línea convencional entre Tánger y Kenitra.